domingo, 1 de diciembre de 2013

MANIPULANDO EL MIEDO.

Este año hemos decidido hacer un proyecto que se trata de experimentar la vergüenza, consiste en venir disfrazados al instituto un día en particular para comprender que el miedo que tenemos a pasar ridículo no sea una situación vergonzosa sino que sea una experiencia en las que nos ayuda a superarnos un poco más.

El día anterior al que me tocaba ir disfraza estuve probándome el disfraz y llegué a la conclusión de la vergüenza que iba a pasar y del miedo que tendría de exponerme y salir a la calle.
Cuando llegó el día ya me iba haciendo la idea de la buena mañana que iba a pasar y principalmente cuando salí a la calle toda pintada y disfrazada lo primero que pensé fue en 'ojalá no me encuentre a nadie conocido ahora mismo' pero claramente iba a ir disfrazada al instituto e iban a estar todas mis amigas allí...




Para mí, la parte del día en la que experimenté mejor este proyecto fue el momento en el que entré al instituto, podía sentir como todas las miradas de los alumnos de todo curso me miraban y se reían pero ya no tenía miedo sino que comprendí que de esto se trataba, de venir disfrazada y actuar como si nada, y pasártelo genial y aprender de ello. 
Aunque podía sentir toda la mañana esa sensación de vergüenza también sentía esa felicidad de poder experimentar esta situación y poder sentir un día único diferenciando a las personas que me rodean.

La conclusión que sacado sobre este trabajo es que hemos podido superar el miedo de pasar ridículo en público, de vivir un día especial lleno de risas y todo tipo de sentimientos que me complementaban para bien, de experimentar como todas las miradas iban dirigida hacía ti por ir diferente a los demás y sentir como se influenciaban por las apariencias, y sobre todo, como influye en todos los aspectos el pequeño detalle de ir disfrazado.

He aprendido que no deberíamos de dejarnos influir por las apariencias ni tener el derecho de criticar a una persona por vestir o ser de una forma diferente, porque pienso que no hay mejor sentimiento de satisfacción que el ser como uno quiere incluso aceptando las críticas que te puedan hacer, puesto que siempre las habrá.