lunes, 2 de junio de 2014

Cambiar para entender.


El pasado jueves 15 de mayo hice un nuevo proyecto de filosofía, este se trataba de elegir tres rasgos o aspectos que definan como es tu personalidad, para luego modificarlos por otros tres que no vayan con tu personalidad con el fin de ver como se lo toman las demás personas de tu alrededor y notar qué es lo que cambia en este día.
Mi experiencia sobre este proyecto ha sido demasiado extraña. En primer lugar, me llevó mucho tiempo elegir esos tres aspectos de los que me definían, me resultó bastante difícil elegir cuáles de ellos eran los principales, aunque finalmente opte por modificar la alegría, la responsabilidad y ser colaboradora. No estaba demasiado segura de que estos eran los principales pero sí sabía que si cambiaba estos, todo el mundo iba a notar este gran cambio en la personalidad. 
La mañana en la que me tocaba hacer este proyecto me costó al principio recordar cambiar esos aspectos, en el instituto mis amigos me notaron diferente al principio, hasta escuché tales comentarios como “¡¡¡Zaira, que activa estás!!!”, pero cuando ya iban pasando las horas o yo me iba olvidando sobre el proyecto o mis amigos se habían acostumbrado a mi "otro" yo. Pero, cuando más note el cambio fue al llegar a mi casa, durante toda la tarde intenté en hacer lo que me pedían mis padres, estar más tiempo con ellos y no llevarme la mayor parte en mi cuarto como hago diariamente.
Claramente en ese período de tiempo fue cuando más me notaron que estaba bastante rara y no era la misma de siempre, pero mis padres no me dijeron nada, supongo que no me lo dijeron por el simple hecho de que si me lo decían iba a cambiar de nuevo, por lo tanto pienso que fue por eso y no querían estropear nada.
Con este proyecto, he logrado ver como soy en realidad, claramente me defino como una persona muy poco responsable, pasota y que no se deja influir por nadie, es decir que voy a mi propio aire. Aunque yo siempre he visto estos rasgos como algo bueno, me he  dado cuenta de que no es así, que mi punto de vista sobre las actitudes es completamente erróneo. Así, he comprendido que sí, que a veces está bien ser así y tener la capacidad para desconectar y que te importen las cosas un poco menos, pero no siempre es favorable para ti o la gente que te rodea, y sobre todo, hay que saber cuándo se puede ser un poco más tranquila y pasota, y otras, más responsable y atenta.
Gracias a esta experiencia he conseguido darme cuenta de que hay cosas de mí que están bien y otras que no están del todo bien, con la finalidad de poder mejorarlas y lograr ser con esto, mejor persona y sentirme más querida en mi ambiente. Así que, con esto doy pié para finalizar este gran proyecto que nos han parecido a todos una gran locura pero una de las buenas a las que sólo se le ocurren a nuestro profesor de filosofía, y muy agradecida sobre esto.


No hay nada más grande que dar siempre lo mejor de ti.